Buenos días,
Hoy me gustaría hacer una
reflexión sobre la desigualdad de género en el ámbito de la salud y la
investigación. No está relacionada con mi ámbito de trabajo, pero me resulta
muy interesante dar a conocer este problema que muy poco se habla en los medios
de comunicación.
Según la noticia publicada de RTVE
del 27.09.2023, un informe publicado en The Lancet, destaca cómo las dinámicas
de poder desiguales, que se encuentran por toda la sociedad, han tenido
impactos negativos en cómo interactúan las mujeres en la prevención del cáncer,
su cuidado y tratamiento.
Este informe pone de
manifiesto cómo la desigualdad de género y la discriminación influyen en los
derechos y oportunidades de las mujeres de forma negativa, en concreto, en el
cáncer, para obtener diagnósticos a tiempo y cuidados de calidad.
Esto se debe a que los
puestos de poder que deciden sobre la priorización, la financiación y las áreas
de estudio, han venido estando ocupados desde los inicios, por hombres. Es
decir, los hombres están “sobrerrepresentandos” en los cargos de liderazgo de
hospitales, centros de tratamiento e institutos de investigación. Lo mismo
sucede con los editores de revistas de investigación del cáncer y los autores
principales de artículos de investigación del cáncer.
Este hecho, que podría extrapolarse
al resto de enfermedades, implica que la investigación se ha centrado
principalmente en las enfermedades que afectan más a los hombres, dejando
aquellas más susceptibles de ocurrir en mujeres, a un lado.
Como consecuencia, existen
menos avances en el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades y por tanto
las mujeres está en desventaja respecto a los hombres.
Por ejemplo, el cáncer de
mama, que es el cáncer más común entre las mujeres en todo el mundo, ha
empezado a ser objeto de estudio en los últimos 10 años.
Otro claro ejemplo de la discriminación de las mujeres en la investigación es la exclusión de las mismas en los ensayos clínicos o aquellos que asumen que los resultados en los hombres pueden ser extrapolados a las mujeres, cuando no hay evidencia científica de que sea así.
De acuerdo con el siguiente artículo de Noa Laguna Goya y Fernando
de Andrés Rodríguez-Trelles, se pone en evidencia que la mayoría de los informes
finales de ensayos clínicos recibidos en la Agencia Española de Medicamentos y
Productos Sanitarios anteriores a la Ley de Igualdad (año 2007) no desagregaban
la información por sexo.
Por tanto, podemos llegar a la conclusión cuanto de importante es la desigualdad laboral, que afecta, de forma implícita al resto de desigualdades, en este caso, a la desigualdad en la salud y en la investigación de las enfermedades que afectan a las mujeres.
La representación femenina en ámbito laboral es la clave para luchar desde la desigualdad
laboral contra el resto de las desigualdades.
Sería muy importante incluir
la perspectiva de género en las políticas de salud y promover la desagregación
de género en los estudios clínicos.
https://scielo.isciii.es/pdf/resp/v82n3/breve.pdf
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